Jacob siguió las instrucciones de su madre, y ella preparó un guiso de la manera que a Isaac le gustaba. En seguida tomo las mejores ropas de Esaú, y le dio órdenes a Jacob para que se las pusiera. Luego le hizo un par de guantes con la piel de los cabritos, y le puso un pedazo de piel en el cuello. Y entrego el guisado y el pan que había preparado en manos de Jacob su hijo. Cuando Jacob llego frente a su padre le dijo: Padre mío. Y el respondió heme aquí; ¿Quien eres hijo mío? Y Jacob dijo a su padre: Yo soy Esaú tu primogénito. Levántate ahora come de mi caza, para que me bendigas. E Isaac dijo a Jacob: acércate ahora y te palparé hijo mío, por si eres mi hijo Esaú o no. Y no le conoció, porque sus manos eran vellosas como las de Esaú; y le bendijo. Y le dijo Isaac su padre: Acércate a ahora y bésame, hijo mío. En cuanto Isaac hubo bendecido a Jacob, cuando apenas había salido Jacob de delante de Isaac su padre, Esau su hermano volvió del campo con su caza. Cuando Esaú oyó las palabras de su padre, clamó con una muy grande y muy amarga exclamación. De esta manera Jacob logró engañar a su padre y obtener las bendiciones de la primogenitura.
Genesis 27
